Es posible que en las últimas semanas te hayas sentido más alicaído, sin fuerzas ni ganas y con un estado de ánimo general más bajo de lo habitual. Puede que estés atravesando por lo que se conoce como astenia primaveral, una afección que condiciona a una buena parte de la población en esta época del año. Vamos a tratar de explicarte en qué consiste a lo largo de este post.
Muchas personas creen que este descenso del estado de ánimo general tiene que ver con los efectos del cambio de hora. No es descartable, pero cuando la condición se alarga en el tiempo, hay que descartar esta causa y buscar las respuestas en otro lugar. Una posible explicación es precisamente la astenia típica de esta estación.
Te lo explicamos: ¿Qué es la astenia primaveral?
Lo primero que nos gustaría señalar es que la astenia primaveral es un problema real, aunque no está considerada actualmente como una enfermedad, pese a que son miles y miles las personas que la sufren cada año. Eso sí, no todo van a ser malas noticias: termina por desaparecer. Eso sí, la duración dependerá de cada persona y no existen milagros para hacerla desaparecer de un plumazo.
A continuación, vamos a explicarte algunos de los síntomas de este problema para que puedas identificarlos. Ten siempre presente que tanto su presencia como su intensidad dependerán de cada persona:
- Cansancio acumulado y sensación de falta de energía
- Debilidad muscular
- Alteración del apetito
- Alteración del sueño
- Estado constante de nerviosismo
- Irritabilidad
- Dificultad para respirar
Entonces, ¿cuánto pueden durar los síntomas de la astenia primaveral? ¿Es algo que nos va a tener preocupados o afligidos durante mucho tiempo? Se estima que su presencia se dejará notar durante unos 15 días. A partir de esta frontera, nuestro cuerpo y organismo ya se encuentra totalmente acostumbrado a las nuevas horas de luz, temperatura u horarios que se han visto afectados en esta época del año.
Un aspecto que tenemos que tener en cuenta es que esta afección suele darse con mayor frecuencia en niños y ancianos. Del mismo modo, la astenia también puede contar con un componente psicosomático y deberse a diferentes trastornos depresivos.
No existe un tratamiento específico para este inconveniente, sino una serie de recomendaciones útiles, como cuidar al máximo la alimentación y el sueño, realizar ejercicio físico moderado o el empleo de multivitamínicos en personas con carencia de las mismas.