La conducta suicida en adolescentes es realmente preocupante. En España es la segunda causa de muerte en jóvenes, alcanzando las cifras más altas de su historia.
Es bastante habitual que, cuando alguien acude a nuestro psicotécnico en Avilés, se revelen preocupaciones que se habían mantenido ocultas. Ansiedad, depresión o estrés son algunos de los problemas que pasamos por alto, hasta que acudimos a consulta por otras razones y los descubrimos. En el caso de los adolescentes, esto es más acusado y aún más preocupante, pues disponen de menos recursos para buscar ayuda.
¿Cómo identificar y tratar la conducta suicida adolescente?
Los datos son realmente graves: las cifras de suicidio entre menores de 15 años se triplicaron tan solo de 2019 a 2021. Y es que la adolescencia es un momento evolutivo clave, en el que cualquier desavenencia se siente con mucha angustia.
Identificar esta conducta
Nuestro psicólogo, Alejandro Bascoy, nos habla de una serie de comportamientos y acciones ante los que debemos estar alerta:
- Estado de ánimo que cambia de manera repentina hacia la tristeza y la apatía
- La persona comienza a encerrarse en sí misma, rechazando cualquier tipo de comunicación
- Tener un comportamiento agresivo u hostil
- Regalar pertenencias, especialmente aquellas más preciadas
- Distanciarse de amigos y familiares
- Cambios bruscos en la personalidad, como pasar de ser alegre a callado
- Descuidar el aspecto personal
- Escaparse
- Tener comportamientos temerarios, como conducir de manera imprudente o tomar riesgos innecesarios
Por supuesto, los intentos de suicidio previos son la señal de alerta más clara, así como los avisos verbales del tipo “no puedo más”, “me da miedo ir al instituto”, “las niñas se meten conmigo”, etc.
¿Cómo podemos prevenir la ideación suicida?
Lo más importante, en cualquier etapa de la vida pero especialmente en la adolescencia, es contar con un círculo de confianza. En este círculo, el individuo tiene que sentir que puede comunicarse, que puede expresar lo que siente sin miedo a ser juzgado.
Restarle importancia a lo que le preocupa e invalidar sus emociones puede llevarle a sentir que no vale. Debemos tener mucho cuidado con esto.
Hemos recopilado algunos consejos para ayudar a padres, madres y educadores a prevenir estas conductas:
- Permanece alerta y anímalo a hablar cuando su tristeza pase de un simple mal día.
- Mantén una escucha activa, incluso cuando no quiera hablar: aislamiento, cambios en el apetito o los patrones de sueño, cambios en la actividad social, etc.
- Trata de ver más allá del “drama adolescente”: muchos jóvenes comunican su decisión antes de ejecutarla, y a menudo se pasa por alto.
- Responde con empatía y comprensión: no le restes importancia a lo que sienten y anímalos a que hablen de ello.
- Fomenta el sueño, el ejercicio, una vida equilibrada: vigila también sus redes sociales virtuales y físicas. Con quién se relaciona puede ser determinante.
Como última recomendación, tremendamente importante, acude a consulta psicológica en cuanto notes el más mínimo signo de conducta suicida en adolescentes. Nuestro equipo de psicología puede ayudarte a prevenirlo y acompañar a la persona hacia una vida plena y satisfactoria.