Cada vez son más las personas que sufren sobrecrecimiento bacteriano. Sin embargo, el tratamiento del SIBO es más sencillo de lo que piensas.
Muchos pacientes asocian los síntomas con otras patologías. Es muy común que, las mujeres que acuden a consulta con nuestra ginecóloga en Avilés, asocien la distensión abdominal a problemas menstruales. Esta puede ser una de las causas, pero en muchas ocasiones subyace un problema digestivo.
¿Cuál es el tratamiento del SIBO?
Antes de nada, definamos qué es el SIBO:
- Se trata de un síndrome que consiste en la presencia anómala y excesiva de bacterias en el intestino delgado, bacterias que normalmente no tienen presencia en esa parte del tubo digestivo.
- Se manifiesta con: dispepsia, flatulencia, náuseas, hinchazón, dolor abdominal, fatiga, diarrea o estreñimiento, etc.
- El intestino contiene, de manera natural, bacterias y microorganismos que viven en equilibrio. Es lo que conocemos como microbiota. Sin embargo, hay varias causas que pueden romper este equilibrio.
Al confundirse con otras patologías, el SIBO puede ser difícil de diagnosticar. Esta es la razón por la que muchas personas creen que su tratamiento es complicado, pero de hecho es bastante sencillo una vez identificada su causa.
Por supuesto, no podemos olvidar el eje intestino-cerebro, pues ambos órganos están conectados y debemos tratarlos como un todo.
Pilares del tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano
Lo que los médicos perseguimos a la hora de tratar el SIBO es:
- Conseguir que remita
- Mantener esa remisión
- Tratar la causa directa/indirecta que lo provoca
Para que dichos objetivos se cumplan existen dos alternativas complementarias:
- Toma de antibióticos: se realiza un test de aliento que nos indica los niveles de hidrógeno y metano. Dependiendo de los resultados se pautará un medicamento u otro.
- Cambios en la dieta: no basta con tomar los antibióticos recomendados, si no cambiamos la forma en la que nos alimentamos el tratamiento no será totalmente eficaz.
La famosa dieta baja en FODMAP
Esta dieta es baja en fructooligosacáridos, monosacáridos, monosacáridos fermentables y disacáridos.
Se trata de una pauta que debe controlar un especialista, ya que no puede alargarse en el tiempo más de lo necesario y no queremos que provoque un déficit nutricional.
Esta dieta consta de 2 fases:
- Restricción: se eliminan los alimentos que pueden causar el sobrecrecimiento y se elimina por completo el gluten.
- Reintroducción: bajo la supervisión del profesional se van testeando los alimentos retirados según su tolerancia y se vuelven a introducir poco a poco.
Es muy útil llevar un diario de síntomas para establecer relaciones entre dieta y síntomas. En caso de que la FODMAP no mejore nuestro estado en 4-6 semanas, recurriremos a otras aproximaciones dietéticas controladas.
Como ves, el tratamiento del SIBO no es tan complicado como parece, aunque hay que ser constante y riguroso como paciente. Vivir sin dolor y sin hinchazón es posible, no dudes en pedir cita con nosotros.
