A lo largo del próximo post, vamos a tratar de explicarte en qué consiste y cuáles son las causas de la disgrafía, un trastorno que afecta a la capacidad de escritura. Creemos que es importante dejar claro cuáles son sus puntos más importantes para detectarlo cuanto antes y tratar de ponerle solución.
En Clínicas Por Tu Salud contamos con un experto equipo de Logopedia y Atención Primaria. Nos preocupa el buen desarrollo de los más pequeños de la casa. Por eso, siempre tratamos de acercaros noticias, consejos y recomendaciones sobre este tema. No hace mucho, en este mismo espacio, ya os explicamos los porqués del retraso en el lenguaje por el uso de mascarillas que se ha ido documentando en los últimos tiempos.
Conoce las causas de la disgrafía
La disgrafía es un trastorno de la capacidad de escritura que se caracteriza por dificultades, o directamente incapacidad, para construir textos escritos. Este problema se presenta en su inmensa mayoría en niños que no tienen ninguna deficiencia de tipo intelectual ni neurológica. Así, las personas que la padecen, presentan una escritura que puede catalogarse como desordenada y con problemas para procesar y dar sentido al lenguaje.
Estamos ante una enfermedad muy poco conocida, aunque sus síntomas no son para nada raros. El más importante es un problema con la escritura y se suele manifestar a partir de los 6 años, pudiendo darse dos clases:
- Disgrafía motriz. El niño presentará una postura inadecuada a la hora de escribir, manejando de forma incorrecta el lápiz o el bolígrafo o escribiendo muy rápido o muy lento.
- Disgrafía específica. Se caracteriza, entre otras cosas, por una desviación en la percepción de las letras, con dificultad para reconocerlas y cometiendo muchos errores gramaticales o de puntuación, además de una falta de coherencia y organización de los contenidos y frases.
Con todo ello, las causas de la disgrafía pueden ser muy variadas. Entre las más importantes o habituales, podemos destacar:
- En los primeros años de escolarización, a los niños les cuesta escribir, siendo mucho más lentos que sus compañeros.
- Rigidez motora.
- Trazado poco uniforme en la escritura.
- Tamaño distinto de letras y palabras dentro de la misma frase.
- Dificultad para organizar letras dentro de una palabra.
- Los síntomas van a más a medida que avanza la escolarización.
- Nula capacidad de control en la presión del lápiz o bolígrafo.
- Posturas incorrectas a la hora de escribir, principalmente con una inclinación excesiva.